Rollos de Canela

¡¡Hola de nuevo!!

Ya estoy otra vez por aquí con otra receta de las de chuparse los dedos.

No os imagináis las ganas que tenía de volver a hacer los Cinammon Rolls o rollos de canela. 

La primera vez que los horneé ni si quiera había empezado con el blog. Fue en la Navidad de 2013. 

Pensaréis que estoy loca, seguro. ¿Cómo alguien que ha horneado y probado los rollos de canela puede pasarse casi un año entero sin hornearlos?

Lo sé, no tengo perdón. No lo tengo porque estos bollitos son una oda a la gula, el pecado más delicioso que jamás haya horneado. 

La verdad es que yo tengo una debilidad bastante grande por todo lo que lleve canela, y aún más inmensa por todas las masa tipo bollo que quedan súper blanditas y esponjosas por dentro.

Los rollos de canela son una unión de ambas y por ello los declaro oficialmente como "el mejor desayuno-almuerzo-merienda-cena que una persona pueda consumir!!

Sobre todo si los metéis a la nevera una vez cortados y los horneáis a la mañana siguiente para que estén recién hechos y calentitos... ¡Qué delicia!

Son un poco trabajosos de hacer, ya que tienes que hacer dos levados y además hay que amasar bastante (si tenéis una KA no :D).

¡¡Pero creedme, merece totalmente la pena!!

La receta que yo he probado la he sacado literalmente del libro de tartas de Alma, ya que me fio muchísimo de sus recetas y sé que siempre van a salir bien, aunque le he quitado algunas especias para que fueran solo de canela. No me he atrevido a experimentar con ellos porque aún me queda mucho que aprender en lo de la bollería.

No obstante, aquí comparto la receta con vosotros, para que quede guardada para siempre en mi rinconcito dulce.

Sin embargo, antes de comenzar me gustaría recomendaros que no añadáis nunca más harina de la que pone en la receta para hacerlos al ver que la masa sigue pegajosa. Se solucionará con seguir amasando. Si la añadís, los bollos quedarán duros como piedras!

ROLLOS DE CANELA

Receta algo adaptada del libro Objetivo: Tarta Perfecta de Alma Obregón.

Ingredientes

Para la masa:

• 650 g de harina
• 1 paquete de levadura seca de panadero
• 250 ml de leche semidesnatada
• 75 g de mantequilla
• 75 g de azúcar
• 1/2 cucharadita de sal
• 4 huevos

Para el relleno

• 150 g de azúcar moreno
• 40 g de harina
• 120 g de mantequilla fría cortada en mini cubitos
• 3-4 cucharadas de canela

Para el glaseado (opcional, yo no se lo puse)

• 50 g de azúcar glasé
• 2 cucharadas de nata líquida
• un chorrito de agua.

Elaboración

1. Calentamos la leche con la mantequilla, la sal y el azúcar hasta que se funda la mantequilla, pero sin dejar que hierva.

2, Pasamos la mezcla al bol de la batidora y batimos a velocidad bajita, incorporando poco a poco la mitad de la harina mezclada con la levadura.

3. Añadimos los huevos de uno en uno y batimos a velocidad máxima durante unos 3 minutos.

4. Ponemos el gancho para masas (o amasamos sobre la mesa) y vamos incorporando muy poco a poco el resto de la harina, batiendo a velocidad baja-media. Tras unos 5 minutos, la masa quedará elástica y no pegajosa. Si no es así, continuad amasando pero EN NINGÚN CASO añadáis más harina.

Si la masa no deja de estar pegajosa no os preocupéis. Os costará un poquito más trabajarla pero los rollos saldrán perfectos de todas formas.

5. Formamos una bola, la ponemos en un bol tapado con film y la dejamos reposar durante 1 hora y media o 2 horas en un lugar cálido, hasta que su volumen sea el doble.

6. Mientras la masa sube, preparamos el relleno mezclando todos los ingredientes con un par de cuchillos hasta obtener una textura de miguitas.

7. Pasado el tiempo de reposo, ponemos la masa sobre una superficie enharinada y la aplastamos con los nudillos para que suelte el aire y esperamos 10 minutos.

8. Estiramos la masa hasta conseguir un cuadrado de unos 30x30 cm, echamos el relleno por encima y vamos enrollando la masa. Pegamos los extremos con un poquito de nata líquida para evitar que se suelten.

9. Cortamos 8 rodajas más o menos del mismo grosor y las colocamos sobre nuestra fuente de horno de cerámica, que habremos engrasado previamente. Pintamos los rollos con nata líquida y los dejamos reposar otra hora, hasta que doblen su tamaño de nuevo. 

10. Precalentamos el horno a 190º.

11. Una vez pasada la hora, metemos nuestros rollos en el  horno y los horneamos durante unos 25-30 minutos. No os paséis que se quedan duros.

12. Si lo deseamos, echamos por encima el glaseado, que habremos preparado mezclando todos sus ingredientes.

NOTA:

Podemos meter los rollos a la nevera cuando los cortemos para hornearlos más tarde o a la mañana siguiente. Solo deberemos dejarlos a temperatura ambiente durante una media hora y después hornearlos.

¡Mirad qué esponjosos quedan por dentro!

¡Una vez os comáis uno, no podréis parar!

Espero que los preparéis pronto.

Dentro de poquito, otra receta.

¡Besotes!