sábado, 19 de septiembre de 2015

Cupcakes de Vainilla y Nubes


¡Hola a todos!

Tras unas productivas y relajantes vacaciones, vuelvo con una receta en honor a todos mis peques y sus padres y madres, que al final del curso pasado me hicieron un regalazo de productos de repostería.


De entre todas las cosas que había en el regalo (una de ellas y que me encantó fue el libro de pan de Xavier Barriga, del cual ya he hecho algunas recetas que están pendientes de publicar), había untarro de Marshmallow Fluff.

¿Y qué es eso? Pues literalmente, crema de nubes. Nubes deliciosas hechas crema, la cual puedes untar en tostadas con mantequilla de cacahuete, poner por encima de un brownie y quemar con el soplete, hacer s'mores :P

Mil cosas deliciosas, os lo aseguro. El caso es que hacía muchísimo tiempo que quería emplear el Fluff en una receta, pero nunca me animaba a pedirme el bote, quizás porque siempre había otras cosas más imprescindibles en mi wishlist.

Pero gracias a mis queridísimos alumnos, por fín he podido probarlo y ¡me ha encantado!


La receta es de lo más sencilla: un bizcocho tiernísimo de vainilla y una "nube", nunca mejor dicho, de buttercream de Fluff.

Si se os hace la boca agua, apuntad la receta. ¡Vamos con ella!


CUPCAKES DE VAINILLA Y NUBES

Receta de The Sweetest Taste y Objetivo: Cupcake Perfecto.

Ingredientes para 12 cupcakes:

Para el bizcocho:

  • 100 ml de aceite de oliva suave o de girasol
  • 200 g de azúcar
  • 3 huevos
  • 180 g de harina
  • 1 cucharadita y media de levadura química
  • 100 ml de leche semidesnatada
  • 1 cucharada de vainilla en pasta
Para el buttercream de nubes:
  • 200 g de mantequilla a temperatura ambiente
  • 200 g de azúcar glasé
  • 150 g de Marshmallow Fluff
  • Colorante en pasta PINK de Sugarflair
Elaboración:

1. Precalentamos el horno a 180ºC y ponemos las cápsulas de papel en nuestro molde.

2. En un bol, mezclamos el azúcar con el aceite y después incorporamos los huevos, de uno en uno.

3. Tamizamos la harina con la levadura y añadimos ambas a la mezcla anterior, alternando con la leche. Mezclamos muy suavemente hasta que no queden grumos. Tened cuidado de no sobrebatir.

4. Añadimos la vainilla en pasta y mezclamos una última vez.

5. Rellenamos nuestras cápsulas 2/3 de su capacidad y horneamos durante unos 20-22 minutos, o hasta que al insertar un palillo éste salga limpio.

6. Sacamos los cupcakes del molde y los dejamos enfriar por completo en una rejilla.

7. Para el buttercream, batimos la mantequilla con el azúcar a velocidad muy baja hasta que empiecen a integrarse. Entonces aumentamos la velocidad al máximo y batimos durante 5 minutos, o hasta que la mezcla esté muy cremosa, como un helado.

8. Añadimos el Fluff y el colorante a poquitos, hasta lograr el color que queremos. Volvemos a batir hasta que el color esté uniforme.

9. Colocamos el buttercream en una manga y decoramos los cupcakes una vez estén fríos.



 ¡Pues eso es todo por hoy!

Me despido, no sin antes comentaros que puede que durante este año publique un poco menos por varios motivos.

Pero no os preocupéis, que no os abandono :D

¡Besitos!

jueves, 23 de julio de 2015

Yogur Helado con Miel y Nueces y ¡Felices Vacaciones!


¡Buenas tardes!

Hoy os traigo una receta perfecta para los calores que estamos pasando este verano. No salimos de una ola cuando nos metemos en otra, por lo que se agradece tener cosas fresquitas en el congelador que nos cambien el día.

Además, si son saludables, bajas en azúcares y en grasas, podemos comer sin remordimientos.

Y esto es lo que pasa con este yogur helado.


He sacado la receta del libro del que os hablé el año pasado cuando compartí con vosotros la receta de Yogur helado de frutos del bosque. Se llama It Mylk como la yogurtería francesa que regentan sus escritoras. En él hay un montón de recetas, no solo de yogur helado, sino también de tartas, pasteles, bizcochos, ideas para toppings...

Para poder disfrutarla sin pensar mucho en la dieta, la preparé con yogur griego natural desnatado y, al llevar miel, no fue necesario añadirle azúcar, por lo que está endulzado de la forma más natural y saludable posible.

Como aún no tengo el bol de la heladera de la KA (pero ya está en primer lugar en mi Wish list para el verano que viene), lo he hecho sacando del congelador cada cierto tiempo y removiendo para evitar la formación de cristales de hielo. Es un poco más pesado y quizás no quede igual de cremoso, pero os aseguro que el resultado es espectacular también.



Y bueno, también quería que supierais que con esta receta me despido de vosotros hasta septiembre. Tengo un montón de recetas ya hechas y preparadas para publicar, pero lo haré cuando vuelva de vacaciones.

Tened paciencia, que merecerá la pena.

Y ahora, vamos con la receta:


YOGUR HELADO CON MIEL Y NUECES

Receta del libro It Mylk (lo podéis encontrar en Fnac).

Ingredientes:

  • 750 g de yogur griego natural desnatado (yo lo compré en Hipercor)
  • 5 cucharadas de miel (o al gusto)
  • 2 cucharaditas de vainilla en pasta
  • 120 g de nueces troceadas (reservad unas pocas enteras para decorar)
Elaboración:

1. Mezclar los yogures con la miel y la vainilla y añadir las nueces.

2. Pasamos la mezcla a un recipiente hermético apto para congelador y congelarlo durante 4 horas. Cada hora, sacaremos la mezcla y la removeremos enérgicamente con unas varillas para romper los cristales de hielo.




 Pues eso es todo por ahora.

Os deseo unas muy felices vacaciones.

¡Hasta septiembre!

Besitos,

martes, 7 de julio de 2015

Pastel Mágico e Inteligente


¡Hola a todos!

Aquí os traigo una nueva propuesta que os servirá tanto para desayunar como para endulzar vuestras meriendas, además de ser perfecto para verano o invierno porque se puede comer fresquito.

Os resultará curioso el nombre...

A mí, al menos, me lo pareció desde el primer momento en que lo vi hace ya bastantes meses.

¿Cómo puede ser inteligente un pastel?


Pues yo os lo digo... No se trata de inteligencia, sino de la magia de la repostería.

Porque, a pesar de llevar ya algo de tiempo en este mundillo, no deja de sorprenderme cómo una simple masa con el calor adecuado puede llegar a convertirse en tres cosas distintas.

Para este bizcocho (que tampoco sé si llamarlo bizcocho, porque está formado por más cosas), solo realizarás una masa, pero luego en el horno se transformará en tres capas de consistencia y apariencia distintas.

Y si no lo creéis, mirad más de cerca:


¡Ya lo véis!

Se distinguen perfectamente 3 niveles distintos:

Primero, arriba del todo, un esponjosísimo y ligerísimo bizcocho.

Después, en medio, una capa que nos recuerda totalmente a una deliciosa crema pastelera o unas natillas muy densas, suaves y cremosas.

Finalmente, una base algo más dura, como hojaldrada, que se parece a un pudin o algo por el estilo.


No sé si me habré explicado bien, pero creo que lo mejor que podéis hacer para entenderlo es prepararlo en casa, porque de verdad que está absolutamente increíble.

Cuando das el primer bocado, se encuentran las tres texturas en tu boca y se funden en una. Y madre mía... No puedo seguir porque ya no me queda ni un poco en casa.

Por eso es mágico e inteligente este pastel. Por eso me encanta tener la repostería como afición. Porque de una cosa tan simple como una única masa, puedes obtener una maravilla como ésta.


Así que, no me enrollo más. Preparadlo y coméroslo frío, recién sacado de la nevera, o a temperatura ambiente.

Lo que sí os recomiendo es que no lo desmoldéis ni intentéis sacarlo del molde estando aún caliente, porque se tienen que asentar las tres capas para que no se os rompa.


PASTEL MÁGICO E INTELIGENTE

Receta del blog Kanela y Limón

Ingredientes (para un molde rectangular)

  • 8 yemas
  • 8 claras
  • 1 litro de leche tibia
  • 250 g de mantequilla derretida y fría
  • 250 g de azúcar blanco
  • 225 g de harina
  • Ralladura de 1 limón
  • 2 cucharaditas de vainilla en pasta
  • Azúcar glasé para decorar
Elaboración:

1. Precalentamos el horno a 180º. Batimos las yemas con el azúcar y la vainilla en pasta hasta conseguir una mezcla cremosa y algo espumosa.

2. Incorporamos la mantequilla, la leche, la harina (previamente tamizada) y la ralladura de limón.

3. Montamos las claras a punto de nieve y las añadimos poco a poco y con muchísimo cuidado, utilizando movimientos envolventes desde el centro hacia las paredes del bol. Llevad cuidado de no batirlo muy fuerte para que no se os bajen las claras. Más vale maña que fuerza aquí.

4. Cuando toda la mezcla esté homogénea, la pasamos a un molde previamente engrasado con spray desmoldante o mantquilla y harina y horneamos 10 minutos a 180º y 50 minutos a 160º.

5. Sacamos el pastel del horno y lo dejamos enfriar en el molde, sin desmoldar y sin cortar hasta que no esté totalmente frío. Debe asentarse para que no se rompa.

6. Espolvoreamos un poco de azúcar glasé por encima, con ayuda de un colador.

Conservadlo en la nevera para que esté fresquito y no se ponga malo con estos calores.





Espero que os haya gustado esta receta.

Muy pronto volveré con otra muy especial, dedicada totalmente a mis niños y sus familias por el regalazo que me hicieron para el final del curso.

Hasta entonces,

¡Un besazo!